lunes, 15 de octubre de 2012

Ayer pensé que "sancocho fosforescente" era alguna clase de frase enigmática. Pero la verdad es que era un nombre sin el menor sentido. Diría que estúpido (lo comprobé tras rastrearlo alegremente), pero mejor no lo digo.

Después de esa constatación, encontré que muchas de las conductas de Marc me resultaban decepcionantes.




Por ejemplo, Marc suele pronunciar palabras involuntariamente, mientras camina, mientras come, mientras conversa. Antes creía que era algún juego o un ejercicio de ruptura o un performance cotidiano experimental. Pero no: es un acto involuntario, un arco reflejo extraordinariamente extraño. Como un eructo, no sé.

Ya sé que Marc se está volviendo amante de lo imprevisto, de modo que aprovecharé la próxima vez para abofetearlo.




Y esperaré sinceramente que sonría.

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